Hoy es un buen día para hablar de algo de vital importancia y que se ha convertido en un imperativo para salvaguardar la salud y la productividad de las granjas; las materias activas de los biocidas.

En un mundo donde la re   sistencia microbiana desafía constantemente nuestras estrategias de control, comprender las materias activas que se encuentran detrás de los biocidas es fundamental para mantener la prosperidad de la industria ganadera. Desde la protección de los animales contra enfermedades infecciosas hasta la preservación de los productos derivados, la aplicación adecuada de biocidas se erige como un bastión crucial en la batalla contra los patógenos.

Este artículo se introduce en el fascinante mundo de las materias activas de los biocidas, revelando las armas secretas que se emplean para desmantelar microbios y proteger el ganado. Exploramos como estas sustancias actúan en la erradicación de bacterias, virus y otros agentes perjudiciales, así como sus vectores, que amenazan la salud animal por ende la rentabilidad de las explotaciones ganaderas.

Además, examinaremos la importancia de la selección cuidadosa de las materias activas considerando tanto la eficacia como la seguridad para los animales y el medio ambiente.

Prepárate para sacar el mayor provecho a este artículo conciso, interesante y provechoso que nos ayuda a saber más acerca de lo que usamos en granjas.

Comenzamos con los desinfectantes. Podemos llevar a cabo una clasificación para que nos sea más fácil;

Químicos oxidantes; Incluimos en este grupo los compuestos el cloro, el peróxido de hidrógeno y el permanganato potásico. Destruyen los microorganismos mediante la oxidación de sus componentes celulares como las proteínas o los lípidos. Son eficaces frente a una amplia gama de bacterias, virus y hongos, pero pueden ser corrosivos frente a materiales y ser irritantes en piel y mucosas si se utilizan incorrectamente.

- Químicos halogenados; Contienen compuestos halógenos, como el yodo, cloro y bromo. Desnaturalizan las proteínas y ácidos nucleicos de los microorganismos, lo que los lleva a la muerte. Son eficaces frente a bacterias, hongos y virus pero su eficacia puede disminuir en presencia de materia orgánica, con lo que es mejor utilizarlos en ambientes más limpios pero con alta carga bacteriana. Pueden causar irritación en piel y mucosa. Ejemplos son el hipoclorito sódico y el yodo.

- Amonios cuaternarios; Contienen dales cuaternarias de amonio, como el cloruro de benzalconio, el Aquil Bencil Dimetil amonio, Cloruro de Didecil Dimetil Amonio. Desestabilizan las membranas de los microorganismos provocándoles la rotura y con ello la muerte. Son eficaces frente a bacterias, virus y algunos hongos y son menos irritantes que otros desinfectantes.

- Ácidos y álcalis; Los desinfectantes ácidos, como el ácido acético, ácido glicólico o el ácido peracético, y los alcalinos, como el hidróxido de sodio, funcionan alterando el ph y la estructura celular de los microorganismos, lo que interfiere en sus funciones vitales llevándolos a su muerte. Eficaces frente a hongos, bacterias, esporas y virus, pero pueden ser muy corrosivos para las superficies sobre las que actúan. Muy recomendables para problemas de coccidios, pero no para un uso habitual.

- Aldehídos; Estos desinfectantes como el glutaraldehído o el formaldehido, son compuestos orgánicos que actúan modificando las proteínas de los microorganismos, lo que interfiere en sus funciones vitales llevándoles a la muerte. Son eficaces frente a una amplia gama de microorganismos, incluidos bacterias, hongos, virus y esporas bacterianas, pero pueden ser tóxicos y corrosivos si se usan en concentraciones elevadas y durante periodos prolongados.

Es importante tener en cuenta que la elección del desinfectante adecuado dependerá de varios factores, como el tipo de microorganismo a controlar, las superficies a tratar y las condiciones específicas de uso ganadero. Siempre se deben seguir las instrucciones de aplicación y seguridad proporcionadas por el fabricante para garantizar una desinfección efectiva y segura.

Continuamos con los insecticidas; Los vamos a clasificar de la siguiente manera.

- Organofosforados; Compuestos orgánicos que contienen fósforo y actúan inhibiendo la actividad de la enzima acetilcolinesterasa en el sistema nervios o de los insectos. Es la responsable de degradar la acetilcolina, un neurotransmisor clave en la transmisión de las señales nerviosas. Al inhibirla provoca una acumulación de acetilcolina en la sinapsis nerviosa, conduciendo a una sobreestimulación de los receptores nicotínicos y muscarínicos produciendo la parálisis del insecto. Ojo tienen una alta persistencia. Ejemplo de uso hoy en día es el Azametifos, ideal para insectos rastreros.

- Piretroides; Son insecticidas sintéticos que se derivan de los piretros, compuestos naturales encontrados en las flores de ciertas plantas. Actúan sobre el sistema nervioso de las os insectos al interferir con los canales de sodio en las membranas neuronales. Provocan una despolarización prolongada de las nerviosas, resultando en hiperexcitabilidad y parálisis del insecto. Son muy conocidos por su efectividad frente a una amplia variedad de insectos y por su baja toxicidad para los mamíferos y humanos. Ejemplos muy conocidos, cipermetrina, Alfacipermetrina, deltametrina, permetrina, tetramerina…

- Neonicotinoides; Estos insecticidas son similares a la estructura de la nicotina actuando como agonistas de los receptores nicotínicos de la acetilcolina en el sistema nervioso de los insectos. Al unirse a estos receptores, los neonicotinoides provocan una sobreestimulación de las células nerviosas, lo que lleva a la parálisis y muerte del insecto. Son efectivos frente a insectos chupadores y masticadores. Ejemplos de uso actual, acetamiprid, imidacloprid.

- Larvicidas como el diflubenzuron, que actúa sobre el crecimiento de la quitina en el desarrollo de las larvas a adultos al igual que la ciromazina que tan de moda está para su uso en los fosos de las granjas de porcino.

Existen otros grupos de insecticidas como los carbamatos o los organoclorados, que en Europa ya no se utilizan por ser muy problemáticos para el medio ambiente y los Seres Humanos.

Por último y por no extenderme más pasamos a rodenticidas que tan de cabeza nos trae sobre todo a nivel de legislativo y de almacenamiento y retirada de residuos.

Antes de nada vamos explicar un concepto básico para entender la letalidad de un rodenticida, es DL50, dosis letal de una sustancia para la mitad de los sujetos expuestos en un experimento. Se suele expresar en mg/kg de peso corporal.

Comenzamos con las materias activas;

- Bromadiolona.- Dl50 1,125 mg/kg en rata y 1,75 mg/kg en ratón. Es un anticoagulante de segunda generación que actúa como antagonista de la vitamina k, interfiriendo en la síntesis de factores de coagulación en el hígado de los roedores.

- Difenacoum.- DL50 1,8 mg/kg en rata y 0,8 mg/kg en ratón. Otro anticoagulante de segunda generación. Muy efectivo en ratones pero de escasa eficacia en ratas debido a la gran cantidad que tienen que comer para ser efectivo.

- Brodifacoum.- DL50 0,22 mg/kg en ratas y 0,4 mg/kg en ratones. Anticoagulante de segunda generación, que actúa también como antagonista de la vitamiana K interfiriendo en la coagulación de la sangre que se acumula en tejidos internos provocando la muerte por hemorragia interna.

- Alfacloralosa.- Para mí, el mejor ratonicida que ha pasado por nuestros almacenes. Provoca la muerte por hipotermia con lo que en invierno es letal para ratones (mus musculus).

- Colecalciferol.- Actúa como un exceso de vitamina D en el organismo del roedor, lo que lleva a la acumulación de calcio en los tejidos blandos y órganos internos, causando daño renal u cardiaco.

- Difetialona.- DL50 0,56 mg/kg en ratas y 1,29 mg/kg en ratones. Este dato nos dice que es muy eficaz en ratas, pero en ratones le cuesta más actuar. Anticoagulante de segunda generación, al igual que la mayoría que hemos mencionado en este artículo. Inhibe la acción de la vitamina K. Tiene acción prolongada.

Estas son algunas de las materias activas de las que utilizamos cómo funcionan. No están todas las que son pero si de las que podemos demostrar su eficacia.

Es necesario que nos consultéis para el uso de cualquier materia activa para que os ayudemos y asesoremos en cuanto a su funcionamiento.

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