El pasado mes de junio, tuve la oportunidad de ir a Soria para ser partícipe de las Jornadas Profesionales Avícolas, y entre una de las muchas ponencias que escuché, hubo una que me resultó especialmente interesante. La persona que la impartía era Simon Lague que pertenecía a una empresa fabricante de software y hardware para granjas avícolas y de porcino. Haciendo un breve resumen de esta atractiva intervención, nos comentaba y hacía relación de un gran número de parámetros a tener en cuenta para mejorar la producción, haciendo hincapié en las tendencias a futuro. Un poco más adelante señalaré algunos de los parámetros a los que hacía reseña los cuales nos pueden dar una pista de hacia dónde tiende el control paramétrico en la producción animal.
Los animales logran su máxima producción cuanto mejor sea el bienestar del que dispongan. Hay algo que tenemos que tener en cuenta, ese bienestar debe, impepinablemente, ser rentable para el ganadero, de lo contrario todos estos comentarios no servirían de nada. Cuando digo rentable, me refiero por ejemplo a que la densidad de animales debe ser la adecuada para que la producción cárnica sea la suficiente para que la granja sea un negocio y un medio de vida. Al igual que la densidad, las inversiones que la ley obliga hacer han de ser amortizables en un tiempo razonable, y siempre pensadas hacia una gran producción.
Hoy en día existen medios técnicos suficientes para tomar medidas de todos los parámetros de los que vamos hablar.
Se puede hacer una primera división, entre parámetros nutricionales parámetros físicos y parámetros ambientales.
1.- Nutricionales. -
a.- Alimentación. - Es obvio que la alimentación es fundamental y básica. Claramente una alimentación correcta y adaptada a la fase productiva del animal, repercute en que este se encuentre saludable y con ello en un estado productivo óptimo. Cualquier desequilibro alimenticio suele desembocar en problemas de salud. Las fórmulas nutricionales para animales son muy básicas, pero las podemos complicar todo lo que queramos, en función de la disponibilidad de materias primas y sus precios. Si compramos en casas comerciales o dependemos del pienso que nos traiga la integradora, es necesario que hagamos controles rutinarios para intentar saber que valores nutricionales tiene la ración y si se adapta a la fase productiva del animal. Recalco mucho lo de la fase productiva, ya que las necesidades de un cerdo en cebo, no son las mismas que en crecimiento, y diferentes a las de un lechón. Los niveles de grasa y proteína, son los valores nutritivos en los que más nos fijamos, los perfiles de aminoácidos son esenciales. Otro factor importante dentro de la alimentación es la presentación del alimento, es decir, si está en harina, granulado, migaja, mixto, unifeed…. La presentación ha de ser lo más atractiva posible para el animal, de forma que la aproveche al máximo.
b.- El Agua. - Al igual que el pienso, el agua es otro parámetro nutricional, cada vez más importante y fácil de controlar. Todavía existen granjeros que no lo tienen en cuenta a la hora de hacer una instalación nueva. Nos podemos encontrar que no hay caudal suficiente o que simplemente esté contaminado. El pensamiento de hace unos años, era que los animales pueden beber cualquier cosa, y de hecho lo pueden hacer para no morirse, pero después eso trae consecuencias, como enteritis, bajos consumos de pienso y con ello malos índices de transformación.
El agua debe ser potable, equilibrada en valores físico-químicos y con resultados de cero en niveles bacterianos. Es necesario que añadamos un desinfectante de agua, adecuado a las características de nuestros animales y de las características de nuestra agua.
Más adelante dedicaré posts monotemáticos a cerca del agua.
2- Físicos. -
a- Estrés. - En animales estabulados en muchas ocasiones se dan casos de estrés, debido a muchos factores, como son alta densidad, falta de alimento o agua durante unas horas, mucho ruido puntual en la granja, saneamientos…. Cuando un animal entra en estrés puede acarrear múltiples problemas, desde sanitarios, abortos, malos valores productivos, problemas de canibalismo…. Indicadores de estrés pueden ser, el estado del pelo y las plumas, existencia de mordeduras o picaduras en los animales que conviven en un mismo corral, ingestión de cama, entre otros. Se debe impedir todo esto, las entradas de personal externo a la granja, tiene que estar limitado, ya no solo por bioseguridad, sino también para impedir que los animales se molesten. Los alimentos, como pienso, agua, paja etc., deben estar disponibles cuando el animal lo demande siempre que el sistema productivo lo requiera. El número de individuos que convivan juntos, debe ser el adecuado para la rentabilidad y que se eviten problemas de estrés.
Las nuevas normativas de bienestar animal se refieren continuamente a sistemas que intenten evitar niveles de estrés altos.
3.- Ambientales. -
a.- Temperatura. - Las sondas de temperatura se han convertido en un utensilio fundamental en cualquier granja intensiva. Sirva el ejemplo que un pollito a recepción debe estar a unos 35ºC, que un lechón en la sala de destete debe estar a unos 26ºC, que la temperatura del agua de bebida no debe superar los 15ºC. Por suerte existen una multitud de ordenadores, autómatas, termómetros digitales, que ayudan a tener este factor controlado. Según el tipo de animal y su edad, puede afectar más o menos.
b.- Humedad. - Los ordenadores de control total de nave, tienen la humedad como uno de los parámetros que más influyen en la producción. En la avicultura es fácilmente controlable en naves cerradas, cada vez más abundantes por suerte, pero tiene más dificultad dominarla en naves abiertas, La falta de humedad puede causar problemas a recepción de pollitos y un exceso puede ser causante de asfixias en animales casi en terminación. Es un parámetro muy importante en avicultura, aunque no tanto en otros animales y sistemas productivos.
c- Ventilación. - Hoy en día no podemos concebir, una granja intensiva de ningún tipo sin sistemas de ventilación. Una ventilación bien diseñada nos permite meter más animales sin que se llegue a niveles de estrés, nos permite controlar el ambiente, y con ello el bienestar y la producción. Voy a ser reiterativo, pero debe estar bien diseñada e ir asociada a los sistemas de calefacción y de refrigeración. Hoy en día tenemos control sobre factores asociados a este parámetro como son la velocidad del aire a nivel de los animales y como no la dirección del mismo. Simplemente con ventilar no solucionamos los problemas, ya que, si por ejemplo metemos aire o extraemos de forma que aire peque directamente a los animales, les molestaremos e impediremos que coman o se levanten a beber.
De este parámetro podríamos estar hablando durante páginas y páginas, pero si tengo claro que es un parámetro fundamental.
d.- CO2 y NH3.- Ojo a estos dos parámetros, los avicultores en los últimos tiempos sueñan con ellos, ya que se tienen que tomar en cuenta con la nueva normativa de bienestar a animal, deberán estar controlados y monitorizados para poder llegar meter más densidad de animales. De los que nos dedicamos al suministro ganadero, a quien no le ha ocurrido que ha entrado en una sala de maternidad (porcino), o en un destete, y ha salido llorando debido a que el nivel de amoniaco es excesivamente elevado. Si a nosotros nos ocurre esto y entramos medio minuto, figuraros a los animales que están en esa situación continuamente. Los nuevos ordenadores ya comienzan a tener en cuenta estos parámetros y sus influencias en los ciclos de ventilación.
Volviendo a los comienzos del post, y los comentarios y previsiones de Simon Lague, el control con micrófonos y cámaras del ruido que emiten los animales, y la distribución que tienen en las instalaciones. EL ruido nos puede indicar situaciones de estrés, falta de agua o comida, y la distribución el bienestar, o situaciones de estrés por o calor o frío. Esta es la tendencia a futuro del control paramétrico en granjas intensivas, seguro que alguno se me olvida, pero seguro alguno de los más importantes he mencionado.
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